
Para poder seguir una adecuada rutina de belleza y cuidado facial, y poder mantener una piel sana y saludable, es imprescindible conocer qué tipo de piel se tiene y qué productos y cuidados son los más indicados para ella. Cada tipo de piel requiere unas condiciones y una rutina diferente, con productos adaptados a sus características. ¿Cómo saber qué tipo de piel tienes?
A continuación, te decimos cuáles son las características principales de cada tipo de piel y de qué manera has de tratar la tuya para mejorar tu aspecto y salud cutánea.
PIEL NORMAL
La piel normal presenta un aspecto liso, suave y equilibrado y un tono rosado y fresco. Los poros son muy finos y poco visibles. No aparecen brillos con frecuencia ni se seca en exceso. Se corresponde con una buena circulación.
Cuidados
La piel normal no requiere de ningún cuidado complejo ni específico, basta con desmaquillarla y limpiarla a diario, protegerla de las radiaciones solares y de los factores endógenos y exógenos como pueden ser las temperaturas extremas que puedan cambiar el tipo de piel, además de asegurar una correcta y constante hidratación.
PIEL GRASA
La piel grasa es identificable por la brillantez del rostro, la presencia de poros muy abiertos y visibles y la aparición frecuente de granitos, puntos negros e imperfecciones.
Suele darse por causas genéticas, situaciones de estrés, por llevar una alimentación inadecuada, variaciones hormonales…
Cuidados
La piel grasa, a pesar de que se piense lo contrario, también necesita hidratación aunque moderada. Para cuidar la piel grasa del rostro, es necesaria la aplicación de productos específicos y adaptados a este tipo de piel, además de una buena limpieza diaria para que los poros no se taponen.
PIEL SECA
La piel seca es áspera, con escamas y falta de hidratación. Puede provocar picores y presenta un aspecto tirante y sin elasticidad. Tiende a empeorar y resecarse con los cambios de temperatura.
Cuidados
Es imprescindible mantener una correcta y completa hidratación, beber mucha agua, mantener una alimentación adecuada, aplicar cremas hidratantes a diario, utilizar sérums y productos que contengan aceites naturales y protegerla del sol.
PIEL MIXTA
La piel mixta presenta zonas secas o normales y zonas grasas (sobre todo la zona T: nariz, frente y barbilla). En la zona grasa parecen imperfecciones como granitos y puntos negros. La zona seca (normalmente las mejillas) se encuentra deshidratada y tirante.
Cuidados
Para tratar la piel mixta, existen productos adaptados a sus necesidades y específicos para este tipo de pieles para un cuidado completo (limpieza, hidratación…). Si bien, también se puede tratar por separado aplicando productos como leche facial o agua micelar y matificantes en la zona T para cerrar poros y productos para pieles secas en las zonas que presenten dichas características.
PIEL SENSIBLE
La piel sensible es la que tiende a sufrir irritaciones, rojeces, aparición de erupciones y sarpullidos y otras alteraciones ante la aplicación de ciertos productos o cambios en el entorno. Estos síntomas suelen ir acompañados de picores. Además las pieles sensibles son más susceptibles a factores externos como pueden ser los rayos solares.
Cuidados
Para cuidar la piel sensible, utiliza productos hipoalergénicos, protégela del sol con especial cuidado y límpiala e hidrátala adecuadamente.